"Juramos goardar et defender el Reyno de Navarra, sus fueros, costumbres, et libertades"
"Nafarroako Erresuma bere foruak, obiturak eta askatasunak zaintzea eta defendatzea, zin agiten duzu..."
HISTORIA DE BERIAIN

Texto: Leonardo Aguinaga
(Publicado en el año 1974 dentro del libro "La Cendea de Galar", obra del mismo autor, y publicado por el Ayuntamiento de la Cendea de Galar)

Su población: Como antes queda dicho, 4.052 de derecho y 4.052 de hecho, de los que 2.772 corresponden al nuevo poblado y 540 al resto. Como se ve, a Potasas de Navarra se ha debido principalmente, el crecimiento de aquél Beriain que no hace tantos años no tenía más de 186 habitantes. En 1950, justamente alcanzó los 252. El beriain antiguo comprendía las calles de San Martín y Oraá. El actual: las de don Odón Sagüés, completamente nueva y dedicada al párroco que estuvo al frente de la parroquia 37 años, falleciendo el 10 de mayo de 1962; General Oraá, San Martín, avenida de Madrid, Nueva, Pío XII y Trasera de Pío XII, estas 4 últimas también nuevas en edificios, así como la mayor parte de la avenida de Pamplona. Las del recinto de Potasas de Navarra o poblado de Nuestra Señora del Perdón: Paseo de Alaiz, Rosaleda, Monte Bajo, Miravalles, Bosquecillo, Juan XXIII, Morea Palomeras, San Francisco y Plaza Larre.

El conjunto de Beriain es de 138 edificios. En estos viven 567 familias y hay 31 vacías, más 32 edificios destinados a otros usos. Su terreno comunal: 53'73 Ha, el más mermado de los concejos de la cendea. Entre coches y vehículos de carga, 500; 520 televisores, 8 tractores agrícolas, 3 cosechadoras. El presupuesto de 1935 era de 5.344 ptas., y el actual del medio millón aproximado; pero el ordinario apenas cubre lo más perentorio y constantemente hay que recurrir a subvenciones y extraordinarios.

Se instaló el teléfono en 1932 (único pueblo de la cendea hasta hace unos años); ahora cuenta con más de 235 abonados; la 1ª escuela en 1927, vivienda del médico y centro de higiene en 1950; aguas a domicilio el mismo año; el asfalto de las primeras calles en 1964-65, importando 506.000 ptas., y el mismo año aprisco para ganado menor por 253.441 ptas.; en 1950 la concentración parcelaria, y en 1965 se amplió el cementerio y el alumbrado del casco primitivo.

Por cierto que en el año 1959 se compró la línea de conducción eléctrica a Villava por 18.825 ptas., y se instaló un transformador que costó 16.065 ptas., para que pudiera haber luz de día, pues hasta entonces se veía menos que con vela y sólo se echaba por las noches. También con la instalación de las aguas hubo lo suyo. La Diputación, al subrogarse en los derechos y obligaciones cuando adquirió a Pamplona el agua de Subiza, que abastecía a varios pueblos de esta cendea y la de Cizur, se encontró con que desde 1789 tenía obligación de dar a Beriain el caudal de agua que viniera por una tubería de 5 octavos de pulgada (la moneda de 10 cts., la más pequeña de las que todavía circulan, emisión de 1959, tiene un diámetro de 18 mm. y la obligada era del diámetro de 15'8 mm.), y asímismo se obligaba a mantener en perfecto estado la tubería, es decir, a arreglarla constantemente. De esto hay multitud de escritos en el Ayuntamiento de Pamplona, acordando, en vista de reclamaciones de Beriain, los arreglos precisos. Constantemente se repetían las reclamaciones y los arreglos, aunque hubo vez que los de Beriain arreglaban los desperfectos y pasaban la cuenta a los de Pamplona, y estos, aunque la pagaran, siempre advertían que no se repitiera, que primero lo hicieran saber y que el Ayuntamiento de Pamplona acordaría su reparación.

"El 14 de agosto de 1789, Beriain nombra a los regidores del lugar, Juan Pedro Zabalza, regidor preeminente, dueño de la casa de Juanpericena; Juan Martín de Reta, segundo regidor, dueño de la casa de Traxcofilena; Manuel de Lecumberri, dueño de la casa de Gazolaz; Antonio Lazcano, dueño de la casa de Arozarena; Fernando Azcona, dueño de la casa Larrea; Pedro Esteban Laquidain, de la de Ancorena; y Alonso Laquidain, de la casa de Casimiro, para tratar con los comisionados de Pamplona acerca de las oficinas que han de hacer, porción de agua que se ha de quedar y arreglarlo todo en instrumento público, parajes en que deben establecerse y porción de agua con la que se ha de dotar, y todo lo demás necesario. En diversas ocasiones se entrevistaron y pactaron: Pamplona debía conservarle a Beriain el agua necesaria al pueblo y al molino, así como abonar perjuicios, y hacer una zanja hasta ponerla a distancia competente de la venta, de modo que los venteros tengan agua para sí y sus ganados de fuentes del término de la Morea y se recompensaran perjuicios sobre todo del molino".

"El 18 de agosto de 1819, se recuerda que, según convenio de 1789, en 1794 se dio a los vecinos de Beriain el agua el agua competente para sí y los ganados, construyendo una fuente que en ocasiones se ha enrronado, se ha compuesto todo a costa del proyecto y no consta que haya sacado por zanja el agua de la fuente de la Morea a cerca de la venta ni héchose arreglo ni pagamento alguno por perjuicios al molinero, que fueron cosas que se lo prometieron en el auto de que se trata". Como ya hemos dicho, primero Pamplona, y después en 1935 la Diputación, deseando quitarse esa carga y siendo por otra parte muy insuficiente el caudal de agua referido, don Miguel Erice, ingeniero representante de la Diputación, ofreció en 1939 cambiar la conducción por una tubería adecuada a las necesidades y previsiones de entonces y hacer un depósito capaz. El pueblo contribuyó con 6.653 ptas. a la Diputación y 1.282 al ingeniero por proyectos para que se hiciera la distribución, que costaba el año 1940 (con saneamiento y todo) unas 25.000 ptas.; pero pequeñas divisiones populares impidieron las obras de distribución, que unos años más tarde costaron en principio 228.294 ptas. y, lo más penoso, la diferición del disfrute de tan gran ventaja.


Iglesia de San Martín

La iglesia del poblado antiguo está dedicada a San Martín, y sus fiestas patronales, que se celebraban el 11 de noviembre, fueron trasladadas al 25 de septiembre, San Fermín Chiquito. La parroquia de Beriain perteneció en algún tiempo al monasterio de San Salvador de Leyre, y así figura entre los pueblos dependientes de aquél histórico cenobio.
Más tarde, quizás por alguna permuta o composición, y por ser más conveniente a unos y a otros, pasó a depender del priorato de San Juan de Jerusalén. Este era el abad habitual, y como ha de verse cuando se trate de la parroquia de Esquíroz, nombraba un vicario que le representaba o hacía sus veces, y de él percibía la renta. Esta dependencia del gran prior del hospital de San Juan en Navarra, aparece ya en el siglo XVI. Creía, sin duda, el prior de los sanjuanistas que podría realizar obras en las iglesias dependientes del priorato, por cuenta propia, sin intervención o permiso de la autoridad diocesana, como quizás las habrían efectuado antes de celebrarse el sínodo diocesano, en 1590, siendo obispo Fr. Bernardo de Rojas Sandoval, pero al intentar algunas reformas en 1592, el vicario del obispado llama la atención al gran prior, que residía en Puente La Reina, para que obtenga la correspondiente licencia respecto a las obras de la iglesia de Beriain, de Cordovilla y otras de la diócesis.


Por lo que afecta a la iglesia parroquial de Beriain, trátase de una obra del siglo XV, con accidentes característicos como son una ventana circular con tracería o calados del estilo flamular, la sencilla portada en arco apuntado en el costado meridional y otra en ojiva pronunciada al lado de poniente; sobre ésta, un relieve de piedra con la imagen del titular San Martín, partiendo la capa con el pobre, y un óculus o claraboya circular formado por molduras concéntricas. Puede conjeturarse que se oculta un ventanal rasgado en el paramento central del ábside, entre el retablo y edificaciones modernas.
La torre, con un templete exagonal de no mal gusto, con algunas otras, entre ellas la que fue sacristía y hoy es capilla con bóveda de crucería, deben ser las obras que en 1659 había hecho Miguel de Sarasti, según documentos del archivo episcopal.


El interior, en su estructura primitiva, era de una sola nave con ábside poligonal y cuatro tramos de sencilla bóveda de gótico terciario dividida en terceletes por fajas transversales. El altar mayor es una obra de estilo greco-romano, del primer tercio del siglo XVII; su primer cuerpo se forma por las historias de la última cena y del prendimiento, u las imágenes del Ecce Homo y el Señor en la columna. Del segundo faltan, retiradas en la sacristía, la imagen de la Santísima Virgen de la Asunción, a cuyo nicho acompañan las santas Águeda y Bárbara, y las historias de la anunciación y visitación. En el tercero, en la hornacina central, el titular San Martín, una historia de su vida y otra de su muerte, una santo obispo, acaso San Martín, y San Cristóbal.
Termina con el calvario. Las columnas llevan algo de adorno. Es obra de Martín de Echeverría, de cuyos talleres se han visto salir los retablos de Gazólaz y de Undiano, y se le ha de ver trabajando en Esquíroz, Noain, Imárcoain, Muruarte de Reta, Adiós, y quizá algún otro.


No consta si al ejecutar la obra de Beriain encontró resistencia parecida a la inhibición que le puso Domingo de Lusa al saber que le habían encargado el altar de Adiós, fundándose en que no era escultor. Pero sin duda había pueblos que se conformaban con obras menos perfectas, a cambio de que su coste fuese más moderado que lo que hubiesen de pagar a maestros de mayor categoría.


Para esta iglesia hizo algunas obras de su oficio el bordador de Pamplona Andrés de Salinas en 1605; de ellas pudieran ser las franjas de una casulla de arabescos; pero, ya modernizada, desorienta algo para atribuirla como obra segura a dicho maestro. Un cáliz, el incensario y la naveta son buenas obras de orfebrería del siglo XVII, que pudieran ser del platero de Pamplona Juan de Alejos: su variada y correcta labor hace de ellas unas apreciables piezas en su orden y género. La cruz parroquial es del siglo XVII, cuajada de ornamentación barroca en el anverso y reverso; de igual factura y época es el pie y el hastil de la custodia que en su primitivo origen fue destinada a relicario del Lignum Crucis y mandado desde Roma por un eclesiástico, hijo del pueblo.
Es importante la parte inferior del coro, de bien razonada nervatura del estilo gótico en su tercer periodo.